miércoles, 17 de diciembre de 2014

ROSARIO DE ADVIENTO

Preparándonos para el nacimiento de nuestro Señor a través de la oración

Todos tenemos conocimiento que el tiempo de Adviento es un tiempo de preparación para acoger a nuestro niño Jesús en nuetsro corazón, que mejor hacerlo con el rezo del Santo Rosario, a nuestra madre, hoy les comparto éste Rosario de Adviento.

 Bueno ¿Tienes un Rosario? Sí, entonces ve y búscalo. Ahora empecemos:

 

1. Primero nos haremos la Señal de la Cruz:

 Por la señal dela Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. +En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

2. Ahora cogemos la Cruz y repetimos el Credo: 

Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén

3. Seguidamente repetimos la oración del:

 PÉSAME      

Pésame Dios mío y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido.
Pésame por el infierno que merecí y por el cielo que perdí;
pero mucho mas me pesa porque pecando ofendí un Dios tan bueno y tan grande como tú;
antes querría haber muerto que haberle ofendido, y propongo firmemente ayudado por tu divina gracia, no pecar mas y evitar las ocasiones próximas de pecado.

4. Ahora en la primera cuenta grande rezamos el Padre Nuestro

5. En las siguientres tres cuentas pequeñas, rezamos las tres aves Maria y el gloria

6. PRIMER MISTERIO : EL ANUNCIO DEL MESÍAS QUE VA A LLEGAR:
 
“Saldrá un vástago del tronco de Jesé y un retoño de sus raíces brotará” (Is 11, 1) 

Meditamos: Querida Virgen María, tu eres modelo de SILENCIO, en ti la palabra de DIOS penetra profundamente, tu  la meditas, la cumples y la guardas en lo más intimo de tu  corazón. María que oyes al Señor, María que socorres a los  necesitados, María que meditas la palabra ruega por nosotros en este adviento.

Reflexión: El tiempo de Adviento es un tiempo de espera activa en búsqueda del encuentro definitivo con el Señor Jesús. Espera activa que implica tener deseos de cambiar, de prepararse; es por eso que en este tiempo estamos llamados a la exigencia radical, a la conversión, al cambio de vida, a volver nuestros pasos al camino de Dios; llamados a la conversión que debe abarcar todo nuestro ser y que debe llevarnos a cambiar nuestros pensamientos, sentimientos y acciones; poniéndolas en concordancia con la manera de pensar, sentir y actuar de Jesús.

  • Rezamos un Padre Nuestro en la cuenta grande , y 10 ave María. Al finalizar el Gloria y la siguiente Jaculatoria: María, Madre de Gracia, Madre de Misericordia, en la vida y en la muerte ampáranos gran Señora.
 7. SEGUNDO MISTERIO: HAY QUE PREPARARSE PARA RECIBIR AL SEÑOR:

“Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos. Todos verán la salvación de Dios¨ (Lc 3, 4-6)

Meditamos: María, Tu sabes implorar a tu Hijo, lo demostraste en las bodas de Cana, enséñanos a pedir. SIN DIOS NO PODEMOS VIVIR No sabemos confiar, nos falta fe, nos  sentimos fríos, su presencia se nos hace lejana. Se nuestra  Maestra guíanos. Madre de la oración enséñanos a rezar, Madre de la confianza danos fe, Madre de la Suplica enséñanos a pedir.

Reflexión:El Adviento es tiempo de acercamiento sincero al Señor, quien está por venir y que a la vez ya está entre nosotros. Pero no podemos acercarnos a Él sino lo buscamos, sino estamos en constante tensión por ponernos en su presencia. La oración, personal y comunitaria, constituye un medio eficaz de búsqueda hacia un encuentro real con el Señor Jesús; mediante la escucha atenta, la meditación y la interiorización de su Palabra, lo que debe constituirse en una exigencia y necesidad en este tiempo de espera.
  • Rezamos un Padre Nuestro en la cuenta grande , y 10 ave María. Al finalizar el Gloria y la siguiente Jaculatoria: María, Madre de Gracia, Madre de Misericordia, en la vida y en la muerte ampáranos gran Señora. 
 8. TERCER MISTERIO: LA ALEGRÍA DEL DIOS QUE SE ACERCA

“Estén siempre alegres en el Señor, se lo repito, estén alegres.
El Señor está cerca (Flp 4, 4-5).

Meditamos: Maria, alcánzanos con tus ruegos el consuelo y  el socorro del Espíritu Santo. El te preservo de todo mal, te fecundo, te condujo y te glorifico, que ese mismo  Espíritu de DIOS nos aliente en la esperanza, nos purifique  de todo pecado y nos resucite en el ultimo día.
Maria,  mujer del Espíritu alcánzanos el socorro del Espíritu  Santo, Maria templo del Espíritu, socórrenos con el don de  la pureza, Maria esposa del Espíritu, engendra a Jesús en  nuestras vidas.

Reflexión:Dios nos envía un Salvador, su propio Hijo. ¿Pero estamos realmente preparados para acogerlo y recibirlo en toda su dimensión? Pongamos todo de nuestra parte, por asumir, sin contemplaciones, durante este tiempo de espera todos los sufrimientos, problemas y dolores que encontramos en nuestro camino de santidad buscando ponernos en forma concreta, en la Cruz del Señor, viviendo estas dificultades en sentido oblativo, de sacrificio y entrega; mediante la penitencia, medio necesario de preparación y espera hacia un encuentro definitivo con el Señor Jesús.
  • Rezamos un Padre Nuestro en la cuenta grande , y 10 ave María. Al finalizar el Gloria y la siguiente Jaculatoria: María, Madre de Gracia, Madre de Misericordia, en la vida y en la muerte ampáranos gran Señora.  
 9. CUARTO MISTERIO: EL EMMANUEL PROMETIDO VA A NACER:

“La virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien pondrán por
nombre Emmanuel” (Is 7,14)

Meditamos: Maria, Madre de Jesús y Madre nuestra, cuando el mensajero de DIOS te pidió tu consentimiento para ser la  Madre del Salvador, te saludo reverente, llamándote  “llena de gracia”. Aceptaste la gloria de tu maternidad, sabiendo de antemano que se trocaría en dolorosa espada, Danos tu fortaleza para vivir nuestra vocación danos tu
generoso espíritu de servicio al visitar a Santa  Isabel..Maria prepara nuestro camino a vivir el evangelio, Maria Bendice la obra misionera de la Iglesia, Maria bendice  las vocaciones.

Reflexión.-La caridad, se nos presenta como un excelente medio de espera y conversión en el tiempo de Adviento; ya que sólo a través de nuestra comunión de amor con el Señor, estaremos en condiciones de amar realmente a nuestros  hermanos y de practicar la verdadera caridad con ellos. La caridad debe llevarnos durante este tiempo expresarla concretamente a través de la atención de los más pobres y necesitados, buscando su promoción integral y radicalizando nuestra obligación de ser “guardianes del hermano” preocupándonos de colaborar con él para aliviar sus necesidades y problemas

  • Rezamos un Padre Nuestro en la cuenta grande , y 10 ave María. Al finalizar el Gloria y la siguiente Jaculatoria: María, Madre de Gracia, Madre de Misericordia, en la vida y en la muerte ampáranos gran Señora.   
10. QUINTO MISTERIO: LA PROMESA SE HACE REALIDAD:

                   “Hoy nos ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor” (cf Is.9, 5)

Meditamos: El camino del adviento la Iglesia nos hace  meditar sobre la próxima llegada de JESUS. Acoja el Divino niño que va a nacer, nuestras pobres y débiles plegarias  que  en estos días santos rezaremos con fe más viva. haga el Divino Niño descender un poco de roció celestial a los corazones de las almas afligidas, alivie a los enfermos  y nos aliente a todos a seguir rezando todos por todos. María Madre de la Iglesia, que seamos fieles a ella, María Nuestra Señora del adviento, fortalece nuestra esperanza.-

Reflexión: MARÍA NOS EDUCA EN LA ESPERA; María, con su “Fiat”, acepta ser la Madre de Dios y al hacerlo dirige todo su esfuerzo por cumplir a cabalidad tal misión y espera ansiosa aquel momento de máxima felicidad, como es el nacimiento del Señor Jesús; pero esta espera de la Madre no es una espera pasiva, sino por el contrario es una espera activa, demostrada en las acciones de Santa María durante la visita a su prima Isabel.
Reflexionemos sobre nuestra actitud de espera de la llegada de Jesús y dejémonos educar por María en la espera paciente y activa.

  • Rezamos un Padre Nuestro en la cuenta grande , y 10 ave María. Al finalizar el Gloria y la siguiente Jaculatoria: María, Madre de Gracia, Madre de Misericordia, en la vida y en la muerte ampáranos gran Señora.   

11. La Salve:
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María!
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén

 

1 comentario:

  1. GRACIAS POR EL ROSARIO QUE ME AYUDO PARA GUIAR A MUCHAS PERSONAS, SENCILLO Y MEDITADO. ME GUSTO MUCHO. BENDICIONES.

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