sábado, 30 de julio de 2011

María Auxiliadora: Enseñame


OH! MARÍA AUXILIADORA, enséñame a ser dulce y bueno en todos los acontecimientos de mi vida; en los desengaños, en el descuido de otros, en las faltas de sinceridad de aquellos en quienes creí, en la deslealtad de aquellos en quienes confié.
 
Ayúdame a olvidarme de mi mismo para pensar en la felicidad de otros; a ocultar mis pequeños sufrimientos de tal modo que sea yo el único que los padezca.
 
Enséñame a sacar provecho de ellos, a usarlos de tal modo que me suavicen, no me endurezcan ni me amarguen; que me hagan paciente y no irritable; que me hagan amplio en mi clemencia y no estrecho y despótico.
 
Que nadie sea menos bueno, menos sincero, menos amable, menos noble, menos santo por haber sido mi compañero de viaje, en el camino hacia la vida eterna.

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